Skip to main content

Así Peleo Mis Batallas

 

Photo by Edward Cisneros on Unsplash

Estaba leyendo un día la historia de Débora y Barac, y la batalla de los Israelitas contra los Canaanitas.

Mientras repasaba la historia, como ellos inmediatamente adoraron a Dios después de la batalla me llamó mucho la atención. Ellos adoraron en reconocimiento que fue Dios quien les dio la victoria. En ese momento, Dios comenzó a traer a mi mente como una y otra vez diferentes personajes en la Biblia simplemente le adoraron antes, durante, y después de sus batallas (literales y metafóricas).

Todas estas personas se han vuelto inspiraciones para muchos de nosotros. Aparte de su fe en Dios, todos los que conocemos como "heroes de la fe" tienen algo en común: Adoraban. Verán, esto me desafió profundamente.

Cada vez que yo he estado en una batalla, no me toma mucho tiempo ir y buscar en la Biblia esperanza o una palabra de aliento para lo que estoy viviendo, lo cual es excelente. Después, normalmente oro al respecto, lo cual es vital. Sin embargo, ir a mi cuarto y solo retirarme a perderme en adoración es algo que rara vez he hecho. Si, escucho música de adoración y alabanza cuando oro, o en mi día a día, pero solo arrodillarme y comenzar a cantar no es algo que me sale naturalmente.

Bueno, justo después de terminar de leerlo, me levanté y comencé a cocinar pupusas. Y justo en lo que estaba amoldando y aplanando la masa, amigos, me pasó… estallé en canto.

Ahora, si me conocen, saben que a mí nisiquiera me gustan los musicales por que la idea que alguien solo empiece a cantar de la nada me resulta sumamente gracioso (y después de como tres canciones, me resulta fastidioso). Si, ya sé… llámenme inculta, “¡QUE! ¿NO TE GUSTAN LOS MUSICALES?”, “¡Es porque no has visto_____ aún!” – Si, quizá lo sea; no, no me gusta; y seguramente no la veré, muchas gracias.

Bueno, volviendo al tema.

En esta ocasión se me salió lo Sirenita (¿se acuerdan? La escena donde Úrsula la obliga a cantar), y empecé a cantar la canción menos esperada (para mi): Así peleo mis batallas.

Les voy a ser sincera, la primera vez que oí esta canción, no me gustó. No entendía a que se referían con "así" y porque lo repetían tanto. Pero ese día, mientras la cantaba, empezó a adquirir sentido (y siendo honestos, cuando la canción solo tiene dos estrofas que se repiten, es obvio que en algún punto el mensaje va a calar).

ASÍ es como luchamos nuestras batallas, como enfrentamos el día a día, como sobrellevamos las dudas y las preocupaciones: adorando.

Cantar es solo una forma de adoración, por supuesto, pero es una que frecuentemente olvidamos; la reservamos para los servicios de domingo, aunque nuestras luchas no esperan al domingo.

Todos los días enfrentamos tentación, todos los días enfrentamos decepciones, todos los días leemos o recibimos noticias preocupantes o desalentadoras… y así podría continuar. Lógicamente entonces, deberíamos estar adorando y rindiéndonos a Dios, alabándolo y buscándolo todos los días porque, así como a Débora y Barac, Él es quien nos da la victoria. Pero, no siempre lo hacemos.

Ya he compartido en múltiples ocasiones en mis redes sociales que mi mayor batalla estos últimos años ha sido con mi salud ya que tengo una enfermedad autoinmune.

Durante esta lucha he hecho mis investigaciones, he cambiado algunos aspectos de mi dieta, he cambiado mi calzado y algunos artículos de ropa. He orado, leído la Palabra de Dios, escuchado predicas y le he pedido a otros que oren por mí. He escrito, he leído, he descansado y hasta he cambiado de trabajo. Pero en todo este tiempo, ¿adivinen cuentas veces me he permitido ser 100% vulnerable con Dios y adorar sin reservas? Las podría contar con una mano. No estoy orgullosa de eso, pero ahí lo tienen.

No confundan esto con no confiar en Dios, o no tener la inefable certeza que Él puede sanarme. Es un caso de no poner esa fe en acción dejar mi orgullo y luchar la batalla de una manera que está profundamente arraigada en las escrituras. Los Israelitas adoraron cuando cruzaron el Mar Rojo; Pablo adoró cuando estaba en la cárcel; y David, David sí que adoró. Es esa pieza que falta entre creer algo y utilizar mi voz para proclamar quién es Dios, qué ha hecho y qué ha prometido que hará.

La ministra de adoración de mi iglesia lo puso de una manera brillante y sucinta en un mensaje que compartió en un evento de Jóvenes: Adora en la espera. Sea lo que sea que estemos pasando en este momento, te garantizo que esperar es por lo menos la mitad de, si no más (o toda) la batalla. Adorar en esa temporada nos ayuda a reenfocarnos en Él. Mientras esperas una sanidad, una provisión financiera, una respuesta, un proceso migratorio, o incluso en la espera de la soltería, simplemente adoremos. ASÍ es como peleamos nuestras batallas.


Comments

Popular posts from this blog

The Secret of Creativity: ABG (Always Be Gathering)

  Photo by Dayne Topkin on Unsplash I’m really interested in the creative process so I spend a lot of time reading and listening to podcasts about it, and trying to learn from other ‘creatives’. By this, I mean people who make something out of nothing at the prompt of an idea, thought or emotion. I find that it is essential to clarify what one means by creative, as everyone has different ideas of what being one entails. Some contend it is those who specialize in particular forms of art or creative expression (dance, music, painting and the like). Yet, for others, creatives are those who are able to actually live off their art, but I disagree. I believe we all have creative potential. To create means to form something out of existing raw 'materials' (intangibles like sounds or ideas count too), that is in some way different from what came before it. In that sense, most things around us, regardless of their use, purpose, or production methods have been born of creativity. Howeve...

La Pesadilla

Un día desperté Sudando por lo que soñé Y al darme cuenta que no era sueño me asusté Porque di cuenta que A mi mayor miedo me entregué Estaba viviendo en mi propia pesadilla Sentada de 9 a 5 en una silla Así pasaba mi día a día Sin lograrlo todavía  Diariamente rendida ante la hipocresía Es verdad que el trabajo dignifica pero es que el propósito también aplica Porque si no lo rutinario te salpica Y cuando menos te das cuenta, ya nada te identifica No soy la misma idealista que a los diecisiete Las cuentas, la migración, la adultez cortaron mis fantasías con machete Aunque no me guste, no me llene, sí importa el billete Y una década bastó para mandar a mis sueños lejos en cohete No es que esté infeliz, que esté triste Es sólo que es raro, ¿viste? Pensar en todo lo que no te atreviste A hacer cuando el chance tuviste ¿Será verdad eso de que nunca es tarde? A veces el alma me arde Por dejar de ser un fraude  Y dejar atrás lo cobarde Pero lo admito, da miedo Pensar qu...

Un Respiro

  Un día entendí Que no hay forma de regresar de donde salí Cuando yo me despedí Lo que eso significaba poco comprendí A lo largo de mi vida muchas muertes Que entonces no vi por las promesas de campos más verdes Pero con lo años, se volvieron más fuertes Y una pizca de vino con nostalgia las vuelven unas pestes Un proceso continuo de readaptación Orientación, decepción, y aniquilación Un estado constante de excitación Que después de un par de años resulta bien cansón A la pregunta más simple no puedo responder Me escondo y huyo en el quehacer Y es que por fuera a nadie le debe parecer Que a veces solo quiero desaparecer Y reir, saltar, bailar, tomar Subirme a la barra y gritar en un bar Rodeada de amigos una sobremesa disfrutar Y unos temas de El Madrileño cantar Pero por ahora me refugio en estas letras Y en lo que han escrito autores y poetas En la música y en los renglones de mis libretas Que sanan y sujetan mis angustias más secretas